domingo, 1 de marzo de 2009

La cortina de humo

Las recientes salidas en falso del ‘asesor’ presidencial muestran el afán de la Casa de Nariño por desviar la atención de la opinión pública sobre las muy serias y graves faltas que se han cometido por y dentro del DAS. Los últimos dos días Gaviria ha aparecido en todo tipo de entrevistas y debates tanto televisados como radiodifundidos; la primera de ellas una penosa –menos mal que fue corta- intervención en los medios de comunicación en la que se enredó con sus propias palabras tratando de echarle la culpa al director de la revista Semana por la publicación de las interceptaciones ilegales

El debate sobre la publicación de las grabaciones tiene varias posturas, una de ellas, la que sostiene el ‘asesor’ presidencial señala que una de las formas de comisión del delito que se configura en el tipo penal 192 que establece que “si el autor de la conducta –ilícitamente conocer una comunicación privada- revela el contenido de la comunicación, o la emplea en provecho propio o ajeno o con perjuicio de otro” incurre en una falta que interesa al derecho penal. Es decir, Semana estaría –según la tesis de José Obdulio- cometiendo un delito al publicar el contenido de las interceptaciones ilegales realizadas por el DAS. Es un debate perfectamente discutible que sin duda va a entrar en tensión con la libertad de información, la protección de las fuentes y el derecho de los medios a informar debidamente los hechos que lesionan el Estado social de derecho.

El hecho es que no se puede ahora centrar el debate en deslegitimar el mensajero para olvidarse del tema de fondo: la grave situación del DAS. que corre el peligro de desaparecer prontamente pues ha demostrado en los últimos años ser un nido de ratas que utilizan los mecanismos de inteligencia a favor de intereses oscuros y particulares. Sin duda las declaraciones y los ataques de José Obdulio –que han tocado hasta la Corte Suprema de Justicia- muestran un afán por minimizar el problema a sabiendas que es una salpicada directa al Despacho presidencial. No podemos olvidar que el DAS depende directamente de el Presidente de la República y en ése sentido, es difícil creer que no se sabe lo que pasa al interior del organismo. Más aún cuando en los últimos años se han cambiado ya 3 directores, uno de los cuales está tras las rejas por poner a disposición de éstos el DAS y que debe recordarse bien, fue nombrado por el Presidente quien califico como "un buen muchacho".

Una vez más se muestran los malos hábitos políticos y autoritarios del Presidente al tratar de minimizar los problemas gravísimos que se presentan en el país en vez de ponerles el pecho y aceptar su responsabilidad. Ya una vez dijo que a la oposición en Colombia se le hacían seguimientos e inteligencia militar para saber en dónde andaban, con quién y para qué. Lo anterior, claros síntomas de que el espíritu demócrata del Presidente parece haberse diluido con el paso del tiempo; probando una vez que la permanencia en el poder lo único que hace es alimentar el deseo de permanencia siempre deslegitimando a la oposicion, haciendo ataques personales y desobligante y en consecuencia polarizando a la opinión pública en un pais donde la tolerancia politica cada vez es mas reducida.

El Presidente debería concentrarse en solucionar los problemas de fondo que más lo aquejan y no tratar de ocultar los síntomas de una enfermedad grave debajo del colchón. Puede que esos síntomas de una enfermedad grave se conviertan en la muerte del Estado social de derecho como lo conocemos y la bienvenida a un régimen totalitario. Jose Obdulio ha demostrado ser un personajillo que esta dispuesto a enfrentarse a quien sea con tal de esconder las fallas graves del Presidente y su staff. Jose Obdulio Es una cortina de humo.

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